Federico Bono desapareció el 7 de julio de 2022. Esa fue la última vez que los vecinos lo vieron, y que su familia supo de él, se encontraba cuidando una casa vacacional que la familia Bono tiene en Huerta Grande. Nada más se supo de él.
El caso quedó a cargo de la fiscal de Cosquín, Paula Kelm, y la investigación que incluyó múltiples rastrillajes en distintos sectores de la zona, montañas y cerros, entrevistas a vecinos y lugareños. El DUAR, los bomberos y la policía participaron de los operativos. Nadie sabe ni vio nada.
La única pista es una conversación telefónica que Bono mantuvo con su madre antes de perder contacto, en la que manifestó un deseo de vivir un tiempo en la naturaleza. Frente a esa declaración, y considerando que durante todo este tiempo, desde el 7 de julio, no se econtró ningún indicio de criminalidad y la fiscalía considera que “el hombre se fue a vivir una experiencia a la naturaleza”.
De todos modos, la investigación continurá para intentar dar con el paradero de Federico.