Una ecografía impresa en 3D le permitió a una pareja de no videntes empezar a conocer a su hijo.
El novedoso episodio se registró en el Instituto Oulton, de la ciudad de Córdoba, por iniciativa de Mario Pelizzari, médico a cargo del área de ecopediatría, quien junto a su equipo -conformado por otros cinco profesionales- no dudó en realizar este gesto emotivo.
La iniciativa nació cuando el embarazo trascurría la semana 18. Allí, los profesionales notaron que sería difícil transmitirle a la pareja lo que observaban en la pantalla. Casi tres meses después, cuando ya se apreciaban bien los rasgos del pequeño, decidieron guardar las imágenes en un pendrive y llevarlas a una imprenta para realizar una impresión 3D, con el fin de que los futuros padres pudieran conocer cómo será su hijo.
La idea nació de parte de Ricardo Ledesma, el médico más joven del equipo, quien acudió a la imprenta Vector 3D (Simón Bolívar 553, 3º C), donde su propietario, Santiago Nicolini, se negó a cobrarle el trabajo al conocer el propósito de la impresión.
"El chico de la imprenta se emocionó y nos dijo 'yo se las hago pero no les voy a cobrar nada'. Todo fue sin costo, todo con el corazón", destacó Pelizzari.
Sobre el momento en el que la pareja tomó contacto por primera vez con la figura, señaló: "No estuve, pero me contaron que fue algo extremadamente emocionante porque empezaron a palparlo: primero uno, después el otro y luego los dos juntos".
"Los dos suavemente pasaron los dedos por la cara y se les iba produciendo una sonrisa. Te emociona, ver esto es algo muy emotivo", expresó el profesional. Y recordó: "Hemos hecho muchos exámenes a parejas no videntes y ellos siempre lo que querían hacer es escuchar un tiempo más prolongado el corazón del bebé porque es lo único que los conectaba".