Las historias de vida de los bomberos voluntarios siempre son gratas de ser contadas, y en particular en estos tiempos donde reivindicamos su trabajo y le ponemos la capa de héroes que tanto se merecen.
Esta es la historia de Mario Alberto Alias, un hombre de 43 años de edad, oriundo de la Ciudad de Cruz del Eje, papá del bomberito Juan María, Sargento de la Policía de Córdoba, y bombero voluntario de La Cumbre.
A sus 28 años de edad, Mario ingresó a la escuela de Suboficiales y Agentes en el Centro de capacitación en su ciudad natal, con el incondicional apoyo de sus seres queridos.
Su vocación de servicio lo llevó a prepararse y formar parte del voluntariado en el cuartel de bomberos, tanto como de Cruz del Eje como el de La Cumbre, la ciudad en la que reside actualmente. Mario formó su propia familia, y fruto de su relación con Andrea, nació el pequeño Juan María.
El niño de tres años es fiel seguidor de su padre, por eso el pequeño no demoró en querer ser bombero desde los primeros pasos. "Él en su mundo crea e incluye su vida cotidiana al mundo de los bomberos, es atento, inquieto y meticuloso por lo que verdaderamente le apasiona, le gusta socializar y sin olvidar que él ya se considera un bombero" contó su papá.
Los juguetes favoritos de Juan son: su traje completo, dotación y propio cuartel de Bomberos. El cuartel va cambiando de sede "un día es la cocina, otro el living, pero siempre listos para cualquier emergencia que surja. A veces me preocupa su fanatismo, porque cualquier actividad lo relaciona con la tarea del bombero en general" comentó Mario entre risas.
Su padre contó que, si Juan decide el día de mañana esta vocación, para él va a ser un orgullo. "Lo fundamental que se tiene que tener en todo aspecto de la vida es la voluntad. Si vos tenés la voluntad de hacer o lograr algo, uno mismo es el responsable de ir poniéndole disciplina y capacitación para ir superándose en lo que uno hace" concluyó.
Por el momento, Juan María es el "Bomberito de La cumbre", su inocencia y grandeza demuestra al mundo entero, que todavía hay esperanza para las futuras generaciones.