A raíz de lo publicado este lunes en VíaCarlosPaz, sobre la presencia de una pequeña luz movediza en el cielo durante el anochecer del último domingo, captada por un vecino y comerciante carlospacense, Sergio Roldán, es que surgieron cientos de comentarios, algunos dudando de lo que veían, en tanto otros, reafirmando lo que Sergio se animó a contar, acercándonos sus propias experiencias.
Es el caso de Mauricio Bruno, un hombre que vive en Córdoba Capital pero que es amante de la pesca, por lo que es habitual su paseo por diferentes lagos y diques.
Mauricio se contactó con este medio y nos comentó lo que él y tres de sus amigos vieron en el cielo en julio del 2019 mientras pescaban a orillas del dique El Cajón en Capilla del Monte, una localidad ubicada a unos 78 kilómetros de Villa Carlos Paz.
"Yo vi la imagen esa que mostraron en el video (refiriéndose a lo publicado este lunes por este medio), y bueno, así se vio, eran cuatro bolitas luminosas que empezaron a girar alrededor nuestro y las teníamos a dos o tres metros de altura (...) Y cuando aparecieron, empezó a acelerar el generador y ahí fue cuando explotaron las luces Led y quedamos a oscuras. Entonces, yo con mi teléfono me puse a captar lo que veía", nos detalla Mauricio Bruno en diálogo con VíaCarlosPaz.
Mauricio no sale de su asombro, y pese a que es algo que ocurrió a mediados del año pasado, describe con detalles precisos lo que él y sus tres amigos vieron en una helada noche de invierno bajo el cielo de Capilla del Monte.
"Giraban alrededor nuestro y subían alto, unos veinte o treinta metros, y ahí bajaban y era como que quedaban estáticas sobre el agua, no tocaban el agua, quedaban suspendidas y volvían a subir de vuelta hasta que desaparecieron", continúa su relato, Bruno.
"Uno de mis amigos se asustó mucho y se encerró adentro del auto, y el resto no le encontramos explicación. Uno de los chicos dice que pueden ser energías espirituales, o que puede ser la estática, pero la verdad que yo nunca he visto estática de esa forma. Aparecieron de la nada y estoy seguro que lo que vi no fue ni insectos ni drones. Y hasta el día de hoy, yo no le encuentro explicación alguna", completa Mauricio aún sorprendido y sin respuestas acerca de lo que vio, vivió, y sintió aquella fría noche de julio.