El subsecretario de Recursos Hídricos de la Nación, Pablo Bereciartua, propuso un aumento del 23% a partir de mayo próximo de la tarifa de la empresa Agua y Saneamientos Argentinos (AYSA), y la orientación paulatina de la facturación al servicio medido, que se basará en el consumo real y no en la superficie del inmueble.
La propuesta tuvo lugar en la audiencia pública que discutió el nuevo régimen tarifario del servicio, que comenzó ayer y continúa hoy en el Teatro de la Ribera, en el barrio capitalino de La Boca.
En la oportunidad, se discutió un aumento tarifario del servicio de agua y cloacas para la ciudad de Buenos Aires y partidos del Gran Buenos Aires, con un aumento para este año del 23%, luego de haberse actualizado la tarifa hasta 400% el año pasado.
El encuentro contó con 141 inscriptos, de los cuales 41 eran oradores, y ayer expusieron 21 personas y debido al paro dispuesto por la CGT se pasó a un cuarto intermedio hasta hoy, ocasión en la que hablaron entidades defensoras de los consumidores y particulares.
El subsecretario Bereciartua ejerce la presidencia de la audiencia, dado que la Subsecretaría a su cargo es la autoridad de aplicación de la concesión de agua potable y desagües cloacales.
En su discurso, el subsecretario recordó que en febrero último AYSA presentó su propuesta de adecuación tarifaria sobre la base de un aumento general del 23% sobre los valores tarifarios vigentes, y no prevé aumentos adicionales durante el corriente año.
"Se mantiene la reducción tarifaria del 25% para los usuarios" de zonas más desfavorecidas, que suman 1,5 millones de personas, dijo el funcionario, y recordó que la propuesta se complementa con una modificación a la que calificó como "trascendental", y que es iniciar el proceso de generalizar la micromedición de los consumos y "pasar de facturar por superficie de inmueble, a hacerlo por el volumen de los consumos reales".
"AYSA avanza en la instalación de micromedidores para cubrir el 10% de los usuarios no residenciales, y en junio próximo debe presentar un plan de medición generalizada a los usuarios residenciales", dijo Bereciartua, y recordó que "además se dispuso a fines del 2016 que durante dos años la instalación de micromedidores será sin cargo para los usuarios".
Según el nuevo marco regulatorio, el servicio no será tarifado por el tamaño de la propiedad del usuario, sino se basará en un servicio básico universal que tendrá un costo fijo más un costo variable, en función al metro cúbico de agua consumida.
Asimismo, recordó la implementación de una tarifa social con descuentos del 50% al 100%, que pasó de tener 13.000 beneficiarios en el 2016 a 265.000 en el corriente año, lo que representa el 9% de los usuarios de la concesión, y representa un descuento cercano a los $1.150 millones.
También citó la tarifa comunitaria, de la que gozan las asociaciones sin fines de lucro, clubes de barrio y centros de jubilados, entre otros, que de 220 beneficiarios pasaron a 930.
Dijo que estas medidas están alineadas con el Plan Nacional del Agua que procura revertir del déficit argentino en materia de agua y saneamiento, que determina que el 17% de los habitantes del país, cerca de siete millones de personas, no tienen agua por red; y que el 44% de los habitantes, es decir 20 millones, no tienen servicio de cloacas.
Luego del subsecretario expuso el gerente general de Aysa, Martín Heinrich; el defensor del Pueblo de la ciudad de Buenos Aires, Alejandro Amor; Ana Herrero, de la entidad Defensa de Usuarios del Ente Regulador del Agua, y la ex diputada María José Lubertino, entre otros.
También hablaron expertos y luego fue el turno de asociaciones de consumidores, entre los cuales disertaron Claudio Boada de la Unión de Usuarios y Consumidores; Ricardo Vago, de Asociaciones de Usuarios y Consumidores en Defensa de sus Derechos; Pedro Busseti de Deuco y Osvaldo Bassano de Aducc.