El viejo Ford Falcon en el que se llevaron cautiva a Inés Sterlicchio, la hija menor del dueño de Ossira, en Pergamino, estaba a nombre de José Romero, el hermano del custodio baleado durante el hecho, quien ahora también está bajo sospecha.
"No fue una banda de gran logística", admitió esta mañana el fiscal federal Matías Di Lello. Quien también resaltó que la adolescente fue liberada "sana y salva" y que "los padres están bien y tranquilos, colaboraron en todo lo que pudieron, y eso es muy destacable".
El secuestro tuvo lugar ayer, alrededor de las 6 de la mañana, frente al chalé de Luis "Beto" Sterlicchio (56), propietario de la empresa de indumentaria femenina. Al momento de ser interceptada, la chica estaba llegando con su custodio en una camioneta Jeep Grand Cherokee, que horas más tarde apareció incendiada.
Un hombre la tomó cautiva, le disparó al vigilante en un brazo y se la llevó en el baúl del Falcon. Horas más tarde, hizo al menos dos llamadas a la familia de la víctima para exigir un rescate de un millón de pesos.
"Nunca llegaron a ubicar el botín y por suerte la Policía pudo recuperarlo", contó Di Lello al canal Todo Noticias (TN). "En los medios salió que se trataba de un millón de pesos y eso lo puedo confirmar", indicó.
Di Lello sostuvo que "hay pistas serias y contundentes que nos permiten pensar en un resultado positivo en el corto plazo".
El domingo a la noche allanaron la casa de Romero, sobre quien pesa un pedido de detención, pero no lo encontraron.