Dos talleres clandestinos que habían sido denunciados por vecinos de manera anónima fueron clausurados por inspectores de la Agencia Gubernamental de Control (AGC).
Uno de los locales estaba ubicado en Las Casas al 3500, que funcionaba en forma clandestina, y el otro en Boedo al 1700 que no contaba con las medidas de seguridad.
El primer taller, que era manejado por una persona de origen coreana, carecía de matafuegos y tenía una caldera sin la habilitación correspondiente además de malas condiciones de seguridad e higiene de todo el establecimiento.
En el otro, habían 20 personas trabajando y, si bien el lugar contaba con la habilitación, no presentaba Instalaciones Fijas Contra Incendio declaradas.