El partido bonaerense de Junín se encuentra conmocionado luego del hallazgo del cuerpo sin vida de Camila, de 11 años, en un hogar que era custodiado por el sereno Carlos Varela (40), único acusado por este brutal femicidio.
Guillermo, el padrastro de la pequeña asesinada, rompió el silencio y, en diálogo con TN, reveló datos escalofriantes. "Carlos Varela siempre miraba a los chicos y los llamaba", sostuvo.
Justamente fue esa actitud de Varela la que generó la sospecha de los vecinos ante la desaparición de Camila. No era infundada: la chiquita fue encontrada muerta en la casa donde el sereno vivía desde hace tres meses, con signos de haber sido abusada sexualmente.
"Es difícil imaginar que teníamos un asesino enfrente", agregó el padrasto. "El dueño de la quinta no apareció", recriminó.
Por último, Guillermo contó el duro momento que atraviesa la familia de la víctima. "La mamá de Camila está destrozada", afirmó. "Camila era dulce y cariñosa, no era una chica rebelde. Confiamos en la Justicia", concluyó.