El hombre que en septiembre pasado había sido detenido tras arrojar una bomba molotov contra la Quinta de Olivos y que en octubre amenazó con autolesionarse en el mismo sitio, regresó este lunes por tercera vez a la residencia presidencial con un arma blanca hasta que fue trasladado para su atención psiquiátrica por una ambulancia del SAME.
Fuentes policiales informaron que tiene 48 años y "su identidad se preserva por tratarse de un paciente de servicios de Salud Mental". Luego de arrojar la bomba molotov fue declarado inimputable.
El nuevo episodio ocurrió este lunes por la mañana cuando el hombre, que tiene domicilio en la vecina localidad de Florida Oeste y también en el partido de Vicente López, se sentó contra el paredón de la residencia presidencial con un arma blanca y exigió la presencia de un juez al manifestar que tenía los teléfonos intervenidos.
En el operativo intervino personal de la comisaría 5ta. de Balneario, que convocó una ambulancia del SAME, cuyo personal logró convencer al hombre de entregar el arma y lo trasladó al hospital local para su atención y contención psiquiátrica.
Los anteriores casos
El 9 de septiembre pasado, la misma persona había arrojado una bomba molotov sobre uno de los paredones de la residencia presidencial, sobre la calle Malaver al 1300.
Tras ese hecho, el Cuerpo Médico Forense (CMF) remitió un informe al Juez federal 2 de San Isidro, Lino Mirabelli, en el que se le diagnosticó un "síndrome delirante persistente", por lo que el magistrado lo declaró inimputable y le dio intervención a un Juzgado de Familia.
Al igual que sucedió este lunes, el 28 de octubre pasado, el hombre se presentó armado con un cuchillo y amenazó con autolesionarse en un brazo hasta que fue asistido y trasladado por personal médico.
Con información de Télam.