Enfermeras, médicos, personal de limpieza, de seguridad, voluntarios y choferes adoptan medidas extremas de cuidado para llevar adelante el funcionamiento de las Unidades Febriles de Urgencia (UFU) para pacientes sospechosos de coronavirus en 20 hospitales de la Ciudad de Buenos Aires. El objetivo es descomprimir las guardias.
En estos dispositivos, anexos a los centros de salud, se reciben pacientes con síntomas del virus, a los que se identifican, atienden y aíslan mientras aguardan el resultado del hisopado.
De este modo, los potenciales enfermos de Covid-19 no comparten guardias con personas con otras patologías a las que pueden contagiar.
Las UFU funcionan en 20 hospitales porteños y el personal que trabaja en ese lugar debe cumplir al pie de la letra todos los protocolos sanitarios.
"Somos todos parte de un equipo, un equipo de salud. Trabajamos juntos, nos cuidamos entre nosotros y tenemos presente que lo más importante es respetar las medidas de bioseguridad, porque si uno de nosotros cae, sea médico, enfermero o personal de limpieza, tenemos que poner en cuarentena a todo el turno", señaló a Télam José Luis Franco, médico infectólogo del hospital Muñiz que fue designado para coordinar el funcionamiento de la UFU de ese centro de salud que comenzó las tareas hace 15 días.
"Todos somos susceptibles y tenemos temor a lo desconocido, este es un virus nuevo y genera angustia, también en los trabajadores de la salud, por eso además de capacitaciones, hablamos mucho con el personal ya que es una zona con alta carga viral", afirmó Franco y remarcó la importancia de "cumplir cada protocolo de colocación y utilización del Equipo de Protección Personal (EPP)".
El especialista, que hace 25 años trabaja en el Muñiz, explicó que si bien el personal afectado a la UFU es del mismo centro de salud "son profesionales que no trabajan en el área de internación o tienen otras especialidades, como otorrinolaringología o dermatología, que fueron capacitados para hacer el hisopado".
Por su parte, Pablo Gonzalez Montaner, director del hospital, defendió el trabajo "de todo el equipo" y consideró "imprescindible" la colaboración de todos los especialistas "en estos momentos donde el personal de la salud es tan requerido".
"Con estas unidades febriles logramos que los pacientes que tienen síntomas leves y pueden acercarse por sus propios medios no accedan a las guardias, donde pueden contagiar tal vez a personas con patologías previas que, de contraer la enfermedad, puedan tener consecuencias muy graves", explicó.
La UFU de este centro de salud se encuentra instalada sobre la calle Amancio Alcorta, donde se colocó la señalización correspondiente para esperar, en caso de que haya fila, con marcas en el piso que indican dónde debe aguardar cada persona para mantener una distancia prudencial.