A diez años desde su inauguración, el Tranvía del Este, que tiene 2,1 kilómetros de largo y costó $ 102 millones, está en plena demolición por la traza del Paseo del Bajo.
"El tranvía recupera una de las mejores virtudes que terminan de darle la calidad que tiene esta ciudad capital, una de las mejores capitales del mundo", dijo Cristina Fernández de Kirchner en su inauguración.
El Tranvía del Este contaba con formaciones de 32,52 metros, con 48 asientos fijos y 16 plegables, y una capacidad para 350 pasajeros y podrían alcanzar una velocidad de 80 kilómetros.
En septiembre de 2012 dejó de correr para siempre. Una formación, prestada, volvió a España, otra quedó tapada por una lona. Según datos de la Comisión Nacional del Transporte (CNRT), en 2008 recaudó, en promedio, 19 pesos por hora.
Actualmente, según informa La Nación, apenas quedan algunos montículos de hormigón que faltan demoler. Por allí pasará la traza del Paseo del Bajo, la vía rápida que el gobierno porteño construye como una suerte de autopista ribereña.
