En el marco del Día de Acción Verde por el Derecho al Aborto, movimientos feministas marcharon este miércoles al Congreso para renovar su reclamo de legalizar la interrupción voluntaria del embarazo, optimistas por el respaldo brindado por el presidente Alberto Fernández.
Una multitud se acercó al Congreso para exigir que se debata una ley a partir del 1 de marzo, cuando Fernández inaugure las sesiones ordinarias.
Desde temprano, miles de manifestantes de distintas edades fueron llegando solas, en pareja o en grupos hacia la plaza del Congreso, donde organizaciones sociales, sindicales, políticas, género y de Derechos Humanos también marcaban su presencia en adhesión al reclamo.
Banderas y pasacalles de distintas agrupaciones se mezclaban con los carteles artesanales que traían muchas de las manifestantes y las pelucas y maquillajes verdes que la mayoría de las más jóvenes compartían.
En los alrededores del Congreso, desfilaban batucadas, distintos grupos hacían música en vivo y también se organizaron partidos de fútbol, todo en el marco de un clima de fiesta.
El escenario principal fue montado sobre la vereda del Congreso, adonde subieron manifestantes de distintos lugares del país para dar su apoyo al proyecto de ley.
A los lados del escenario se montaron carpas en las que hubo presentación de libros, proyecciones y talleres; mientras que a las 17 comenzó una radio abierta que se extendió hasta la lectura del documento de la Campaña por el Aborto y el Pañuelazo.
En las carpas hubo talleres a cargo de mujeres de las villas, migrantes, de la Red de Profesionales por el Derecho a Decidir que habló sobre los mitos construidos alrededor de la Educación Sexual Integral, y también de profesionales sobre el derecho de las personas gestantes a decidir sobre sus cuerpos.
