Luego de que la CNN emitiera un informe en el que el presidente de Subterráneos de Buenos Aires (Sbase), Eduardo de Montmollin, admitiera que en los manuales de los 36 vagones que le compró al metro de Madrid para la línea B del subte indicaban que tenían asbesto, desde metrodelegados salieron a hablar sobre el asunto que vienen denunciando desde el año pasado.
"Puede sorprender a los que dudaban de nuestra palabra, no se trata de un conflicto gremial sino de salud", manifestaron desde metrodelegados en diálogo con Vía País.
Además, advirtieron que "siguen circulando trenes con asbesto en las líneas A, C y E". Asimismo, aclararon que en la última línea mencionada, los vagones "son de 1960" y que "los CAF 6000 y los Mitsubishi tienen amianto", aunque informaron que son "muchas menos la cantidad de piezas" que contiene ese material cancerígeno..
Sobre sus reclamos, afirmaron que su objetivo es que desde el Gobierno de la Ciudad lleven a cabo "un plan para desamiantar" y "el cambio completo de la flota". También, pidieron que incorporen a los compañeros enfermos a una nómina de "agentes en riesgo".
El asbesto es un material cancerígeno por el que ya 11 trabajadores de la línea B se enfermaron. Mientras tanto, hay más de 100 personas que se encuentran a la espera de los resultados de los estudios para ver si están enfermos.
La defensa del presidente de Sbase fue que no había manera de comprobar si "era cierto o no". Y agregó: "La documentación técnica de un tren pueden llegar a ser unos manuales y carpetas así, y lo que dice es una letra chiquita en la página 473 del tomo cuatro del manual de descripción de partes. En teoría los técnicos de Sbase… no puedo garantizar que se hayan leído todas y cada una de las páginas de todos los manuales técnicos".
“La posición conceptual es que asumimos que si en la documentación figuraba algo, el metro de Madrid había tomado ya partido o había tomado medidas, y que lo que nos estaban vendiendo ellos estaban en condiciones de poder venderlo”, explicó De Montmollin.