El Ministro de Defensa Agustín Rossi al asumir la titularidad de la cartera se dispuso a llevar a cabo una revisión de la gestión de Mauricio Macri, y en el medio de la auditoría encontró un dato particular: Los cinco aviones de combate Super Etendard Modernisé (SEM) que arribaron el pasado mes de mayo a Bahía Blanca, aún no se pueden utilizar porque carecen de un repuesto cuyo origen es inglés y se encuentra bajo las restricciones de venta de Londres a la Argentina.
Las unidades de combate habían sido adquiridas por el Estado nacional para la Armada Argentina en agosto del 2018, por una suma de 15 millones de dólares, y se encontraban apostadas en el interior de la Base Aeronaval Comandante Espora, donde serían acondicionadas para su funcionamiento.
El costo estimado para poner en servicio a cada aeronave sería de 1,2 millones de dólares.
Cabe destacar que entre el Reino Unido y Argentina había una imposición del gobierno británico, desde el año 2012, en cuanto a restricciones para la exportación de armamentos y bienes de uso dual (militar y civil) para uso de las Fuerzas Armadas de nuestro país.
Infobae señaló que fuentes oficiales de la Armada confirmaron que “la adquisición del componente faltante (para los Super Etendard) se está realizando a través de una licitación”. Un proceso cuyos detalles desconoce por el momento el ministro Rossi.
En tal sentido, existiría la posibilidad que proveedores de Estados Unidos y Europa aporten respuestos similares a los fabricados en el Reino Unido.
Desde la propia Armada admitieron que “los trámites y tiempos administrativos son extensos y producen demoras" en la llegada del componente.
Fuente: Vía Bahía Blanca/Infobae