Ser padres ya es difícil desde el día cero, imagínate si arriba te cae una pandemia que te para el mundo, o peor aún, SU MUNDO. El 2020 venia prometiendo un montón de cosas , pero parece que alguien bajo la perilla y se apagaron todas las máquinas.
Creo que es ahí donde comienza el caos que primero parecía por un ratito y nada más, pero se instaló, nos capturó y nos hizo ver la brújula borrosa.
EJERCITAR LA EMPATÍA
¡Como discutí con mis adolescentes locas sobre su significado! Conclusión: “Claro q la ejercitan” (Nosotros tal vez no tanto).
Ellos dejaron su lugar natural, la escuela. Dejaron sus puntos de encuentros y a sus amigos. Ellos también perdieron seres queridos sin poder despedirse. Algunos hasta redujeron las visitas al padre no conviviente.
Mientras para unos fue un fortalecer su “responsabilidad con los demás”, para otros el exceso de información se transformó en miedo y encierro. Al que se le complicaba acercarse al otro, lo abrazó el cuco y lo alejó aun mas del mundo. Y ahí estamos los padres, tratando de hacer equilibrio.
Para los que necesitan el contacto con la gente amada para sentir la vida, de pronto les nació el miedo a no volver a verlos. Y ahí otra vez los padres del otro lado de la balanza.
¡Ni hablar para los que tenemos uno y uno, o más! No nos queda otra que repartirnos en varias balanzas para intentar un milagro.
¡NO PERDIERON LA EMPATÍA!!
Pero esas vidas que deberían estar repartidas entre ruidos, estudio y diversiones, están luchando entre lo que deberían hacer y lo que estaban esperando con todo su corazón.
Por supuesto que el 4D fue un gran riesgo repartido entre los chicos y los papás, que YA NOS VAMOS QUEDANDO CON POCAS HERRAMIENTAS PARA CONTENER.
Hicimos todo tipo de malabares todo el año y los chicos más aún porque se enfrentaron a un monstruito que no es virtual y para el que no tuvieron jueguito de prueba. ¿Desde qué lugar podemos entonces pedirle más empatía a ellos cuando no estamos pudiendo los adultos actuar en espejo?
No estoy separando en bandos, acá no hay ustedes, nosotros, ni ellos. SOMOS TODOS PARTE DE UN TODO que se esfuerza mucho desde muchos lugares para llegar a un nuevo TODOS.
Siento un gran respeto y admiración por el personal de salud,pero cuando hablo de flexibilidades puntuales solo me refiero a la lucha por soportar un poquito más de cada uno de nosotros. Los papás de adolescentes caminamos por una línea muy finita y compleja
TRATAMOS TODOS LOS DÍAS pero vemos el cansancio en ellos también y de verdad lo intentaron y lo siguen intentando. Todos recibimos mensajes todos los días sobre algún ser cercano luchando con este maldito bicho. Ya no es lejano, es de todos.
Entonces aflojemos un poquito el dedo acusador y entendamos que todos somos parte del mismo bando y que intentamos la misma cosa, salir de ésta con los mínimos raspones posibles.