“El amor salvará al mundo”... esa frase no solo debe aplicarse para una acción que mueva masivamente al planeta sino que en las pequeñas/grandes cosas hay acciones que salvarán al mundo o que sencillamente no todo está perdido. Es el caso de Alberto y Brisa Caseres, padre e hija, amor eterno, familia.

Hace varios años atrás por un hecho fortuito Alberto se entera que sus riñones no funcionaban más, de milagro continúa en pie, y allí comienza el padecimiento de este padre de familia que debía someterse a diálisis. En ese momento la única salida era el transplante de órganos.
El tiempo pasó, muchos años de diálisis y fueron las enfermeras que atienden a Alberto quienes sacaron un turno en una especialista en Córdoba para continuar con su tratamiento y hacia allí partió.

En un primer momento la esposa de Alberto iba a ser quien donara su riñón, pero al tener otras afecciones de salud no pudo. Pasaron los años y un día Brisa dijo “yo voy a ser la donante” y después 9 meses el informe confirmó la compatibilidad.

Hoy los dos de alta volvieron a su hogar en Arroyito, responden ambos a los estudios post quirúrgicos y pueden tener una vida casi normal. Alberto comentó “es muy emocionante, tengo un parte de ella en mi cuerpo”. Ella agregó “si tengo que darle el otro, se lo doy”.
Hoy Brisa no tiene trabajo, ya que el que tenía no es apto para hacerlo con su condición actual, debe cuidarse y para que la historia sea completa, consiguiendo algún trabajo para ella, lo lograrían.
Gentileza Canal 3 Arroyito Regional