El futbolista de nuestra ciudad estuvo desde el arranque en el equipo leproso en una nueva edición de uno de los clásicos más importantes del mundo, a veces con fanatismo desmedido que termina en escaladas de violencia como ocurrió el pasado sábado con el jefe de la barra del Central baleado por la espalda y banderas de amenazas a los jugadores del Newell`s.
Augusto estuvo en cancha todo el partido, encuentro que le fue favorable en gran parte del trámite a Schott y los suyos, Newell’s no lo pudo definir y el canalla golpeó sobre el final y se quedó con triunfo en su cancha. La lepra sufrió la expulsión de Ángelo Martino y debió afrontar 30 minutos con un hombre menos, así todo llegó al gol pero el VAR no lo convalidó. Mallo fue quien empujó la pelota hacia la red para hacer estallar al Gigante de Arroyito y poner el definitivo 1 a 0 para Central.
Una vez más la violencia formó parte de la locura habitual que se vive en la ciudad portuaria que nada tiene que ver con el fútbol. Balearon por la espalda a Pillín Bracamonte, jefe de la barra de Rosario Central, después del partido en las inmediaciones del estadio. En el mismo ataque, su pareja de 34 años, también resultó herida en la zona costal derecha y en el codo.
En las últimas horas el predio de Bella Vista en el que se entrena Newell`s amaneció con banderas que apuntan a los jugadores leprosos, tras la derrota del equipo ante Rosario Central. “Respeten la camiseta o váyanse”, indica uno de los mensajes que aparecen en las telas sujetadas frente al predio de entrenamiento.