“No doy más, amiga, no doy más. Te juro que estoy muy triste. Me dijo que me va a matar, no aguanto más”. Este fue uno de los tantos mensajes que Úrsula Bahillo, la joven de 18 años que fue asesinada a puñaladas en la localidad bonaerense de Rojas, le envió a una de sus amigas con respecto a los malos tratos por parte de su exnovio Matías Ezequiel Martínez.
Ese mensaje de voz, junto con varios más, fueron enviados por Úrsula a una amiga suya el 16 de noviembre, dos meses y medio antes de ser asesinada.
“Casi me quiebra la mano, no puedo mover la muñeca. Me hizo muy mal, me quiero ir de acá, tengo mucho miedo”, contó Úrsula en otro mensaje.
“Me arrancó todos los pelos, me re cagó a palos. Se enojó conmigo porque tienen que trasladar a la mamá a Buenos Aires”, agregó.
Esa misma noche, la joven le mandó un último audio entre lágrimas: “El loco me está mirando, yo estoy afuera del hospital arriba del auto porque me dijo que si me bajo me va a cagar a palos adelante de toda la gente. Ahí viene, amiga...”.
En tanto, se conocieron otros mensajes que corresponden al día previo al femicidio. “Sí, amiga, yo tengo una perimetral con él y él la rompió, entonces fui a denunciarlo de nuevo. Me amenazó, me dijo que quería hablar conmigo, que me baje de la moto”, dijo.
Luego, en un segundo audio, Úrsula se refiere a la última de las tantas denuncias por violencia de género que fue a hacer ante la policía: “Ay, amiga, ¿en serio lo viste? Necesito testigos... fui directamente a la comisaría a denunciarlo. Amiga, te juro que me volvió el alma al cuerpo, ¿vos lo viste?”.
La Justicia le había impuesto una restricción perimetral a Martínez el 5 de febrero y es “la perimetral” de la que habla Úrsula en los mensajes de voz.
Tras un llamado al 911 de un tío de Martínez, la policía encontró el cuerpo sin vida de Úrsula y al agresor herido de un auto, a quien lograron apresar.