La crisis migratoria en Ceuta, donde miles de personas arriesgan su vida para llegar nadando a la playa del Tarajal desde Marruecos, dejó el último martes una postal que recorrió el mundo, cuando un buzo de la Guardia Civil española rescató a un bebé que había caído al mar.
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“El bebé estaba helado, frío, no gesticulaba”, dijo Juan Francisco, el buzo miembro del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS) de Ceuta. Francisco y su compañero, Braulio, vieron a la madre con el bebé en la espalda mientras intentaba aproximarse a la costa española y no dudaron en lanzarse al agua para el rescate
“Estábamos atentos a todas las personas que creíamos que no iban a ser capaces de llegar desde donde querían salir a zona española. Iban con flotadores de juguete, con botellas vacías, con lo que fuera... Algunos llevaban chalecos como de corcho mal colocados”, relató el agente “Éramos tres personas en el agua. Estábamos muy atentos a las personas más vulnerables que no iban a ser capaces de mantenerse a flote y había muchos padres y madres con los hijos amarrados como podían”, explicó al canal La Sexta
De pronto, Francisco divisó a la mujer que llevaba el bebé, inmortalizado en la foto, que afortunadamente se encuentra bien, al igual que su madre. “Vi a una mujer con un aro salvavidas de juguete tratando de sobrevivir. Pensé que llevaba una mochila con algo de ropa al hombro, pero después de un movimiento me di cuenta de que era un recién nacido”, detalló
“El lunes llegaban continuamente personas que trataban de alcanzar desesperadamente nuestras costas. Había padres, madres, ancianos, niños, de todo”, señaló. El mismo objetivo que aquella mujer tenían otros 8.000 migrantes, durante la madrugada del último lunes.
Desde el lunes 8.000 migrantes, un récord, lograron ingresar en este enclave, con el telón de fondo de una disputa diplomática entre Rabat y Madrid, por la asistencia médica prestada por España al líder independentista del Sáhara Occidental, un territorio que Marruecos considera como suyo.
Pero 5.600 de ellos ya fueron retornados a Marruecos, anunció durante la tarde de este miércoles la delegación del gobierno español en Ceuta, que dijo no registrar “nuevas entradas” en las últimas horas, ya que las personas que buscan llegar son devueltas inmediatamente.
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Desde el amanecer del miércoles, los migrantes siguieron lanzándose al agua desde la costa marroquí para sortear a nado un espigón vallado que delimita la frontera, y acceder a suelo español, y por tanto, europeo.
Pero apenas llegaban eran interceptados por soldados españoles y llevados a la fuerza a la frontera para ser devueltos. En su mayoría eran hombres jóvenes, que cruzaban a nado con la ropa puesta. Por la tarde, los grupos de migrantes se redujeron claramente en las inmediaciones de la frontera, del lado marroquí.
En distintas ocasiones intentaron forzar el acceso a la carretera que conduce hasta la frontera, incluso lanzando piedras, pero los policías marroquíes los repelieron, constató la agencia AFP.
Con información de ANSA y AFP
