El Mundial de Brasil dejó muchísimas imágenes para el recuerdo, pero hay una que será difícil de olvidar. Se realizaba en el Beira Rio de Porto Alegre el encuentro de Argentina contra Nigeria, el miércoles 25 de junio. Argentina consigue el triunfo con un resultado de 3 contra 2 y se asegura así el primer puesto del Grupo F.
Messi hizo los primeros dos y Marcos Rojo marcó el gol del triunfo cuando el encuentro estaba igualado 2-2, pero el que dio la nota del encuentro fue Ezequiel “Pocho” Lavezzi.
El Pocho entró a los 38 minutos del primer tiempo por Sergio Agüero, que sufrió un desgarro. Iban 25 minutos del complemento y la Selección estaba con ventaja. Alejandro Sabella aprovechó que el entonces jugador del PSG se acercó al banco de suplentes para tomar agua y se acercó a darle unas indicaciones.
Fue entonces que el 22, sin inmutarse, le lanzó un chorrito de agua en el rostro al DT, que siguió concentrado en las órdenes tácticas que le estaba dando.
“Lo vi demasiado nervioso, entonces tenía que descomprimir un poquito”, le contó Lavezzi aquella misma tarde luego del partido a “TyC Sports”. Pero, como sostuvo en ese momento, no esperaba el enojo de Alejandro Sabella. Lo conocía demasiado bien.