Estados Unidos agrega una segunda vacuna contra el COVID-19 a su arsenal, reforzando su campaña para vencer un brote tan agudo que la nación está registrando más de 3.000 muertes por día
Las dosis requeridas con urgencia comenzarán a llegar el lunes luego que la Administración de Alimentos y Medicamentos autorizó el uso de emergencia de la inoculación desarrollada por Moderna Inc. y los Institutos Nacionales de Salud.
El visto bueno de la FDA es la primera autorización mundial de la vacuna de Moderna. Es semejante a la de los laboratorios Pfizer y BioNTech que se les está aplicando a millones de trabajadores de la salud y residentes de hogares de ancianos como parte de la campaña de vacunación más grande en la historia del país.
Los dos funcionan ”mejor de lo que casi nos atrevíamos a esperar”, dijo a “Associated Press” el director de los NIH, el doctor Francis Collins. “La ciencia está funcionando aquí, la ciencia ha hecho algo asombroso”.
Los primeros resultados de estudios de gran tamaño, aún inconclusos, muestran que ambas vacunas se ven inocuas y proporcionan gran protección, aunque la de Moderna es más fácil de manejar, ya que no es necesario mantenerla a temperaturas ultra bajas.
Una segunda vacuna representa un rayo de esperanza en medio de la desesperación al seguir propagándose el virus sin cesar antes de las reuniones navideñas, que seguramente alimentarán más el brote.
El coronavirus ha cobrado más de 312.000 vidas en Estados Unidos y provocado la muerte de 1.6 millones de personas en todo el mundo. En promedio, el país está reportando más de 216.000 casos por día, y las muertes diarias han alcanzado máximos históricos, superando las 3.600 el miércoles.
California se ha convertido en uno de los peores puntos: los hospitales se están quedando sin camas de cuidados intensivos y las ambulancias hacen fila frente a las salas de emergencia, escenas que hacen recordar la calamidad que padeció la ciudad de Nueva York en la primavera. California reportó el viernes más de 41.000 casos nuevos y 300 muertes más.
Cuando los hospitales neoyorquinos estaban en crisis, los trabajadores de la salud de todo el país acudieron a ayudar. En esta ocasión “no viene la caballería” porque muchos hospitales están abrumados, dijo el doctor Marc Futernick, médico de urgencias en Los Ángeles.
El objetivo es vacunar aproximadamente al 80% de la población de Estados Unidos para mediados de 2021, con el objetivo de vencer el brote.
El Departamento de Salud y Ciencia de “Associated Press” recibe apoyo del Departamento de Educación Científica del Instituto Médico Howard Hughes. La AP es la única responsable de todo el contenido.