Estos son los alimentos con más peligro de atragantamiento para los niños

A la hora de darles comida, hay productos con los que hay que estar más pendientes que con otros.

Estos son los alimentos con más peligro de atragantamiento para los niños
Niños comiendo yogur

A la hora de darle de comer a los más chiquitos hay que ser muy cuidadosos. Los casos de atragantamiento son más frecuentes de lo que pensamos, y convivimos con alimentos y objetos que son especialmente peligrosos para los más pequeños.

Viene bien conocer las circunstancias en que se producen los atragantamientos y qué alimentos, por estadística o morfología, tienen un porcentaje de riesgo más alto para los niños.

Según la Asociación Española de Pediatría: "La mayor parte de los episodios de atragantamiento ocurren cuando el niño está comiendo o jugando, y en presencia de otra persona. Entre un 60-80% de los casos los cuerpos extraños suelen corresponder a vegetales (frutos secos, sobre todo el maní: 48-52%)". Según el sitio ABC de España, estos son los alimentos potencialmente más peligrosos y con los que más cuidado hay que tener cuando los tomen los niños:

Frutos secos

El fruto seco, sin ser viscoso ni especialmente grande, es según la Asociación de Pediatría el más peligroso de los alimentos. Al tener fragmentos pequeños y duros, supone un riesgo para las vías respiratorias de cualquier pequeño. Por eso recomiendan no ofrecer frutos secos a niños menores de tres años. Sobre todo los expertos aseguran que el Maní es el más peligroso de estos alimentos.

maní
maní

Salchichas

En Estados Unidos llevan años acumulando casos de asfixia por este alimento tan común. A comienzos de los 2000 ya había varios estudios que apuntaban el elevado riesgo de este alimento, que por su forma representa un peligroso "tapón" para las vías respiratorias.

Salchichas
Salchichas

Uvas ​

Comer uvas de forma acelerada aumenta el riesgo de asfixia por la textura de esta fruta. Constituyen un riesgo parecido las cerezas o las aceitunas por su forma y su hueso interior. Y suelen ser un postre típico para los más chiquitos.

Uvas (Foto: Waldo Swiegers/Bloomberg)
Uvas (Foto: Waldo Swiegers/Bloomberg)

Caramelos

Es un caso prácticamente idéntico al de los carozos de aceitunas o cerezas. El caramelo es un alimento resbaladizo que, si nos agarra desprevenidos, puede tapar nuestras vías respiratorias. Los pediatras recomiendan no darle caramelos a los niños, pese a ser muy comunes entre los más pequeños, hasta que no cumplan, como mínimo, los cinco años.

Caramelos
Caramelos

Carne

La carne cortada en pedazos muy grande pueden suponer un riesgo para los más pequeños. Una masticación leve o incompleta (hay trozos de carne imposibles de masticar para los niños) pueden provocar un accidente. Cuanto más pequeñas sean las porciones que les demos mejor.

Hay que cortar la carne en pequeños trozos para los más pequeños (Foto: EFE/CÈzaro De Luca)
Hay que cortar la carne en pequeños trozos para los más pequeños (Foto: EFE/CÈzaro De Luca)

Zanahoria cruda

La Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC) advirtió en alguna ocasión de los riesgos de la zanahoria cruda. Ocurre con ella algo parecido a lo que puede pasar con los frutos secos. Una masticación incompleta puede provocar la asfixia si la comida se va "por mal sitio".

Las zanahorias son peligrosas en tamaños grandes para los más chiquitos (Foto: AP /Mohammad abu Ghosh)
Las zanahorias son peligrosas en tamaños grandes para los más chiquitos (Foto: AP /Mohammad abu Ghosh)

Pochoclos

En Estados Unidos alertaron varias veces del peligro de los maíces que se quedan sin "hacer" en el fondo del balde de pochoclos. Su peligro: el mismo que los huesos de aceituna o de cereza.

Pochoclo
Pochoclo

También hay que tener cuidado con algunos objetos, aparte de los globos hay que tener precaución con las pilas, que están muy presentes entre los pequeños al utilizarse en muchos de sus juguetes. Por ello, es recomendable que los compartimentos que las contienen se encuentren siempre bien cerrados y los niños no tengan así la tentación de llevárselas a la boca.