Julian Assange pasó siete años como refugiado en el interior de la embajada de Ecuador en Londres. Pero el jueves, el gobierno ecuatoriano le retiró el asilo político y el fundador de WikiLeaks fue detenido por la policía británica.
"Hemos quitado el asilo a este malcriado", dijo el jueves presidente de Ecuador, Lenin Moreno, y agregó: "De ahora en adelante tendremos mucho cuidado de dar asilo en el momento que sea, a darlo a gente que realmente valga la pena, y no a miserables hackers cuya única intención es desestabilizar gobiernos".
Assange se instaló en la embajada de Ecuador en junio de 2012, cuando estaba a punto de ser extraditado a Suecia, acusado de un delito sexual. Pero poco a poco la relación con sus anfitriones se complicó: sus paseos nocturnos en patineta, el acoso físico, la falta de higiene -con el olor que eso conlleva- y hasta la exhibición de sus propias heces sobre las paredes acabaron con la paciencia de sus cuidadores.
Las relaciones empeoraron el año pasado, cuando Ecuador aumentó las restricciones en el acceso a internet y le pidió que limpiase la suciedad generada por su gato James. La gota que derramó el vaso para Moreno fue la decisión de WikiLeaks de publicar información sobre una supuesta cuenta bancaria en el extranjero controlada por su hermano.
"No puedes llegar a una casa que te recibe con efecto, que te da de comer, que te cuida, y denunciar al dueño de casa", dijo Moreno el jueves.
