El juez federal Sebastián Casanello procesó este miércoles al empresario cordobés Aldo Roggio al considerarlo "participe primario de cohecho activo" en el marco de la causa en la que se investigan las presuntas coimas que pagó la empresa brasileña Odebrecht para construir las plantas potabilizadoras de Aysa.
El magistrado también procesó bajo la misma figura a los empresarios Carlos Wagner (presidente de Esuco SA), Tito Biagini (ex presidente de José Cartellone e Hijos SA) y Jorge "Corcho" Rodríguez. A todos ellos también les dispuso un embargo por 500 millones de pesos.
Se trata de un nuevo revés para Roggio y para el resto de los ejecutivos mencionados anteriormente porque, en mayo pasado, Casanello ya les había dictado un auto de procesamiento por defraudación en perjuicio de la administración pública.
En esa oportunidad, el juez federal consideró que los empresarios cometieron el delito de "cohecho activo" (pago de coimas) para acceder a la adjudicación de obras.
La causa se inició a raíz del escándalo internacional que se generó cuando Odebrecht reconoció el pago de coimas por 35 millones de dólares para quedarse con obras públicas en distintos países.
A partir de allí, Casanello y el fiscal Federico Delgado avanzan puntualmente sobre la licitación que se le otorgó a la empresa brasileña para construir dos plantas potabilizadoras de Aguas Argentinas (AySA) mediante una Unión Transitoria de Empresas (UTE) con firmas locales.
Al respecto, la puesta en marcha de la planta de Paraná de las Palmas quedó en manos de la UTE que integraron Construcciones Norberto Odebrecht SA, Supercemento SAIC, Benito Roggio e Hijos SA y José Cartellone.
La otra obra, para construir una planta depuradora en Berazategui, se le adjudicó a la UTE conformada por las empresas Camargo Correa Sucursal Argentina y Esuco SA.
Según el expediente, un denunciante anónimo se refirió a sobreprecios de hasta 300 millones de pesos en el caso de Paraná de las Palmas.