"Soy buena gente, no van a tener problemas conmigo", fue el comentario que ensayó ayer con rostro imperturbable, Daniel Zalazar el profesor de taekwondo cuando le informaban reglas de convivencia en la cárcel
El imputado por la masacre del barrio Trapiche en Godoy Cruz llegó ayer a las 17 al penal provincial por orden del fiscal Santiago Garay.
Está acusado de matar de múltiples puñaladas a Vicenta Díaz (90), Susana Ortiz (54) y Lorena Arias (30) y de intentar asesinar, también a cuchillazos, a Mía Arias, una beba de 10 meses hija de Lorena y al parecer también suya, y a Lucas Arias, uno de los hermanos de la beba e hijo de otro padre.
Los menores resultaron gravemente heridos y permanecen estables y con pronóstico reservado en terapia intensiva del Hospital de Niños Humberto Notti.
Al llegar al establecimiento carcelario, según varios testigos Zalazar se mostró bajo control.
Fuentes penitenciarias aseguran que en ningún momento mostró preocupación, culpa o remordimiento ni tampoco hizo reclamos puntuales sobre su situación.
Quienes se lo cruzaron, a pesar de su larga experiencia carcelaria, quedaron impactados por su actitud.