Impulsada por los aumentos de los alimentos, la inflación de noviembre fue del 3,2%. Y aunque el dato oficial evidencia que la carrera alcista de los precios comenzó a desacelerarse, también confirma que el acumulado en lo que va del año ya pisa el 44 por ciento.
El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) informó que la evolución del Indice de Precios al Consumidor (IPC) estuvo liderada en noviembre por el costo de los alimentos y bebidas no alcohólicas (3,4%), de las bebidas alcohólicas y tabaco (4,6%), de los servicios de salud (5,7%), y de otros bienes y servicios (4,4%).
Así, el avance de los precios a nivel nacional en los últimos doce meses (desde noviembre de 2017) se ubicó en 48,5%. El ranking en ese lapso lo lideraron los aumentos de transporte (68,2%), vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (66,7%), equipamiento y mantenimiento del hogar (51,6%), otros bienes y servicios (49,8%), y alimentos y bebidas no alcohólicas (49,6%).
En el caso de la denominada inflación núcleo, que se elabora sobre los productos que no están sujetos a variaciones estacionales, la variación fue de 3,3 por ciento.
El guarismo de noviembre indica que el salto de los precios (que se fortaleció apenas se disparó la crisis cambiaria en mayo pasado) comenzó a perder fuerza, como consecuencia de la agresiva política monetaria del Banco Central para secar la plaza de pesos y del desplome del consumo en un escenario de recesión económica.