El presidente Mauricio Macri siguió desde la residencia oficial de Olivos la multitudinaria marcha de protesta convocada hoy por la CGT en reclamo de "rectificación" del plan económico, mientras que a través de varios ministros, el gobierno nacional salió a relativizar las razones de la manifestación y le restó legitimidad al vincularla a "internas del peronismo" y al "año electoral".
Macri mantuvo silencio pero se mostró en actividad en Olivos a través de las redes sociales encabezando a la mañana temprano una reunión de Gabinete. Y posteriormente, mientras se desarrollaba la protesta en el microcentro porteño, recibiendo a varios ministros y al ex presidente de Chile, Sebastián Piñera.
En tanto, el Jefe de Gabinete, Marcos Peña, afirmó minutos después del acto de la CGT, a través de su cuenta oficial en Twitter que "muchos dirigentes gremiales no están siendo lo más francos posibles sobre el rumbo económico del país", y consideró que "la política electoral se está mezclando con la agenda de trabajo".
"No tiene que ver con la cuestión de los despidos, que puede haber ocurrido en sectores particulares, acá corre un año electoral y el peronismo busca la identidad detrás de la defensa de los derechos de los trabajadores", indicó Jorge Triaca, el ministro de Trabajo de Macri.
Por su parte, minutos después del culminada la marcha de la CGT, el ministro de la Producción, Francisco Cabrera, fue el encargado de salir a retrucar los discursos de los líderes cegetistas que denunciaron la falta de una "política industrial" y una "avalancha de importaciones" que generan desempleo.