La Súperfinal de la Copa Libertadores se vio opacada por la violencia que se vivió en las calles cercanas al Monumental. Piedras contra el colectivo de Boca, corridas y tensión entre los hinchas de River, el nene con las vengalas en su cuerpo, fueron tan sólo algunos de los momentos que marcaron este fin de semana vergonzoso.
El micro Xeneize estaba a metros de ingresar al estadio de River, cuando un grupo de hinchas comenzó a arrojar piedras contra este y rompió sus vidrios. Además, la Policía tiró gases para descomprimir y este afectó a varios jugadores de Boca. Luego de este episodio, la Súperfinal, se desdibujó y termió suspendida hasta nuevo aviso.
Los vidrios y gases afectaron a los futbolistas de Boca. Ante esta situación desde Conmebol querían seguir con el partido, mientras que los visitantes manifataban no estar en condiciones. Idas y vueltas, se pospuso el inicio del encuentro un par de veces y todo pasó para el domingo.
Problemas para respirar, náuseas y heridas por los vidrios rotos fue la consecuencia del ataque contra el micro, un vídeo dejó a la vista como estaba el vestuario visitante.
El mayor afectado fue el capitán de Boca, Pablo Pérez que tuvo que ir al Santorio Otamendi para que lo trataran médicos especializados que aseguraron que no estaba apto para jugar ya que se le podía infectar la herida en su ojo izquierdo.
Pero los de Boca no fueron los únicos que vivieron momentos de tensión: el presidente "Millonario", Rodolfo D'Onofrio fue sorprendido mientras daba una nota por un grupo de hinchas que ingresaron a los pasillos del Monumental y su carra quedó de miedo quedó registrada.
Uno de los vídeos más repudiados del fin de semana, sin dudas fue el de la mujer que "oculta" bengalas en el cuerpo de una nena. Un hincha grabó como le pegaban la pirotecnia en la panza.
Otra de las situaciones que se viralizaron fue un grupo de hinchas que "festejaban" tirando por los aires a un cerdito con los colores de Boca.
Las declaraciones de Carlos Tévez, luego de que se informó que el partido se pasaba del sábado para el domingo fueron contundentes: "A las autoridades no le importabamos nosotros. A ellos les importaba que estaba Infantino, que vinieron no se cuantos presidentes de confederaciones y quedaban en verguenza mundial".