River le ganó 2-1 a Gremio, vigente campeón de América, y avanzó a la final de la Copa Libertadores. Ahora espera el resultado de Palmeiras y nada más ni nada menos que Boca, su clásico rival, que jugará este miércoles la revancha de visitante con una ventaja de 2-0.
Rafael Santos Borré y Gonzalo "Pity" Martínez fueron los artífices de una remontada histórica en el Arena do Grêmio.
El comienzo del partido tuvo de protagonista a River, que desperdició una chance muy clara en los pies de Rafael Santos Borré.
Exequiel Palacios también probó el arco y estuvo cerca de convertir el primero de la noche en Brasil.
Las malas noticias comenzaron con la lesión de Leonardo Ponzio, capitán y referente del equipo argentino. Lo reemplazó el mundialista Enzo Pérez.
El juvenil Palacios volvió a probar, y a esa altura ya era mucho más que el rival.
Sin embargo, tras un córner mal ejecutado y un rebote, el defensor Leonardo Gomes le pegó al arco y Franco Armani no llegó a desviar la pelota.
Antes del cierre del primer tiempo, ya en desventaja, Borré intentó un remate a colocar y el arquero Marcelo Grohe terminó golpeado.
La primera polémica de la noche fue la patada de Paulo Miranda a Gonzalo "Pity" Martínez, que ingresó por Ignacio Fernández al comienzo del complemento.
Franco Armani salvó su arco en un mano a mano ante Everton que podría haber sentenciado la serie.
Cuando parecía que ya no había esperanzas, Borré marcó el empate de cabeza y River volvió a soñar.
Sobre el final, el árbitro Cunha acudió al VAR y cobró penal para River. Fue mano de Bressan, que recién había ingresado y se fue expulsado por doble amarilla.
"Pity" Martínez se hizo cargo en un momento muy caliente y anotó el 2-1 que sentenció la eliminación de Gremio y el pase a la final del conjunto "millonario".