En el marco de un proyecto para aumentar la seguridad de Internet, el 11 de octubre se cambiarán las claves criptográficas, que protegen las direcciones de dominio (DNS). Este procedimiento afectará a todos los usuarios el tiempo que dure su implementación, que no deberían llevar más de 5 minutos.
La organización sin fines de lucro Corporación de Internet para la Asignación de Nombres y Números (ICANN, por sus siglas en inglés) será la encargada de hacer el procedimiento. Según explicó el director de Sistemas y Servicios Institucionales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Fabián Romo Zamudio, el proceso se realizará de jerárquicamente: primero se actualizarán los servidores globales, después los regionales y luego los locales.
El objetivo, dijo el experto, "para garantizar que el sitio web consultado es validado y revisado por quien dice publicarlo". "Los DNS son los encargados de hacer la traducción de nombres de dominio", agregó. Las computadoras usan para comunicarse las direcciones IP (conformadas por números) que son traducidos por los DNS.
"Esa traducción es la que hacen los DSN, estos servidores que hacen las traducciones son los que se van a actualizar en cuanto a su declaración de seguridad", dijo Romo Zamudio y especificó que "se tienen que actualizar, para que toda transacción o consulta que se haga en Internet invocando a los nombres de dominio, que prácticamente el 99 por ciento de las transacciones operan de esa manera, se haga con seguridad".
Con respecto al riesgo de que se caiga Internet mientras se hacen estos cambios, dijo que no hay mayores riesgos que los que hay todos los días: "Todos ocupan DNS, ese es el motivo de esta leyenda urbana, que por la actualización pudieran dejar de funcionar algunos servicios o dejará de operar la red telefónica". Sin embargo, según el especialista, los usuarios podrán experimentar alguna lentitud "en lo que se actualizan todos los servicios, pero la actualización no tarda más de cinco o seis minutos".