Los jefes de Estado y de Gobierno de los 29 países de la OTAN se reúnen este 11 y 12 de julio en una cumbre por la seguridad en Europa y frente a las amenazas terroristas, a la vez que esperan superar las diferencias con el presidente de EEUU, Donald Trump.
La reunión se lleva a cabo en Bruselas, en la recién estrenada sede de la OTAN. El contexto no es el mejor, por la división entre Estados Unidos y Europa en ámbitos como el comercio, el acuerdo nuclear iraní y el cambio climático, tras las medidas unilaterales adoptadas por Washington, y de mucha tensión por la presión que Trump impone a sus socios europeos para que cumplan con sus compromisos de gasto.
Trump exije a sus socios del viejo continente de destinar al menos un 2 % de sus PIB al gasto en Defensa de aquí a 2024, un punto que ha generado tensiones por el interés de Trump en alcanzar esa cifra lo antes posible.
Por ahora solo ocho de los 29 aliados cumplen este objetivo y se prevé que para 2024 la cifra se eleve a 15. Antes de sentarse en la mesa con sus socios el mandatario estadounidense calificó de "morosos" a los aliados que no llegan a ese compromiso, sellado en la cumbre de Gales de 2014.
Por otra parte, Trump mantendrá encuentros bilaterales con la canciller alemana, Angela Merkel, y con el presidente francés, Emmanuel Macron. Se producen después de que Trump dijera que Alemania está "totalmente controlada" por Rusia por la energía que recibe desde ese país.
El presidente estadounidense, Donald Trump, aseguró que mantiene "muy buenas relaciones" con la canciller alemana, Angela Merkel, durante una reunión entre ambos líderes al margen de la cumbre de la OTAN y tras sus críticas a la líder de la primera economía europea.
Por su parte, Merkel se dijo satisfecha por "intercambio de puntos de vista" con el mandatario estadounidense, en temas como "migración" y el "futuro de relaciones comerciales". "Somos buenos socios y deseamos seguir cooperando en el futuro", agregó.
Por su parte, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, ofreció a país para asumir durante un año el mandato de la nueva misión de entrenamiento de la OTAN en Irak, a la que los líderes aliados esperan dar luz verde definitiva en la propia cumbre.
"Canadá se va a comprometer con 250 soldados, una cantidad de helicópteros y, de hecho, estamos ofreciendo asumir el mando de esa misión durante el primer año", anunció el político durante el evento "Nuestros valores globales compartidos", previo a la reunión de jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza. El liderazgo canadiense de esa iniciativa se prolongaría desde otoño de este año hasta otoño de 2019.
En el comienzo de una cumbre de la OTAN en la que abundan ya los reproches entre Europa Occidental y Estados Unidos, al menos el Mundial de fútbol ha representado un tema de concordia para algunos líderes.
La primera ministra británica Therea May y su homólogo belga habían intercambiado ya camisetas de sus selecciones durante la cumbre de la Unión Europea. May enriqueció también su colección de casacas, con una de Croacia, en el intercambio amistoso con el primer ministro croata Andrej Plenkovic.