Cumbre de UE en Bruselas por la crisis política y la inmigración

La UE inició el jueves 28 una Cumbre de dos días por la crisis migratorias,  el "brexit" y la reforma del euro. 

El presidente francés, Emmanuel Macron (i), saluda a la canciller alemana, Angela Merkel. (Web)
El presidente francés, Emmanuel Macron (i), saluda a la canciller alemana, Angela Merkel. (Web)

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, dijo a su llegada a la reunión que "pedirá a los líderes centrar los esfuerzos en las fronteras exteriores de la UE, incluido el proyecto de crear plataformas de desembarco para inmigrantes fuera del territorio comunitario".

El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, subrayó que "Italia no necesita declaraciones verbales, sino hechos concretos. En lo que a mí respecta, estoy dispuesto a sacar todas las consecuencias debidas", dijo Conte al arribar a la cumbre.

La canciller alemana Angela Merkel también está desbordada por su política de recibir refugiados que huyen de los conflictos.

Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, fijó la posición de su país, que defenderá las soluciones "europeas de cooperación" frente a las "nacionales" en materia migratoria y confió en que la reunión permita "avances".

Mark Rutte, primer ministro holandés, se refirió a la carga que soportan países como España e Italia e incidió en la necesidad de "matar el modelo de negocio" de los traficantes e intentar llegar a acuerdos como el de Turquía en materia migratoria con países del norte de África.

El primer ministro de Portugal, António Costa, insistió por su parte en que nada de esto se puede hacer sin la aceptación de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ni la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

El primer ministo portugués, António Costa, participó en la reunión de los líderes socialistas europeos en Bruselas (Web)
El primer ministo portugués, António Costa, participó en la reunión de los líderes socialistas europeos en Bruselas (Web)

Los líderes de la Unión Europea se comprometieron en avanzar en sus planes para recibir a los migrantes en el norte de África con base en su aptitud para el asilo, en un intento desesperado por disuadirlos de embarcarse hacia el continente y apuntalar la unidad de la UE.

Tomando como base un acuerdo con Turquía que entregó a ese país la responsabilidad de reforzar las fronteras de Europa a cambio de miles de millones de euros en ayuda para los refugiados, los jefes de estado o gobierno quieren crear "plataformas regionales de desembarco" en África.

Es un emprendimiento costoso que amenaza con convertirse en una crisis política a pesar de que el número de personas que han llegado a las costas del continente se ha reducido este año. La Organización Internacional de Migración calcula que unas 80.000 personas llegarán a Europa por mar este año, la mitad que en 2017.

Pero los partidos antiinmigrantes han crecido últimamente en Italia, país que está, junto con Grecia y España, entre los destinos preferidos para los africanos que buscan una vida mejor.