Leonardo Elía, era empleado público y según determinó el Ministerio de Seguridad habría participado en el ataque a hinchas croatas en el Mundial de Rusia. Por esos incidentes, el Gobierno decidió echarlo del Registro Nacional de las Personas, donde trabajaba.
Elía ingresó al Renaper en 2005, con la modalidad de contrato por tiempo determinado y se desempeñó como personal administrativo en el área de compras. Su sueldo, aseguran fuentes oficiales, es de los más bajos.
Al ser identificados, y por pedido de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, los organizadores del Mundial les bloquearon su FAN ID, la credencial que se utiliza para ingresar a cualquier evento de la Copa. Y, a nivel local, también se les impidió el ingreso a los estadios por dos años.
En este contexto, Elía y sus amigos decidieron volver a la Argentina. La decisión fue evaluada desde la semana pasada, ni bien se conoció el hecho, por el ministro del Interior Rogelio Frigerio y su vice Sebastián García de Luca, de quien depende directamente el Renaper.
La duda giraba en torno al margen que tenía el Estado para despedir a un trabajador sin una causa judicial mediante. Sin embargo, dado que su vínculo con el organismo es a partir de un contrato previsto en la Resolución 48/2002, que regula las contrataciones de personal en el Estado, fueron advertidos que podrán rescindirle el contrato sin tener que indemnizarlo. Así, en las próximas horas, Juan D'Amico, titular del Renaper, ordenará su despido.