El expresidente brasileño negó que Río de Janeiro haya sido escogida como sede de los Juegos Olímpicos de 2016 gracias al pago de sobornos a delegados del Comité Olímpico Internacional (COI).
La fiscalía lo acusa de haber participado en una operación por la cual se pagó 2 mil millones de dólares para garantizar uno de los votos africanos en favor de Río.
Lula aseguró que el apoyo de África a la candidatura fue natural y que se produjo a cambio de nada. "Viajé 34 veces a África, abrí 19 embajadas en África. Eso le daba a los africanos una casi hermandad con Brasil. Yo luchaba para que los continentes pobres tuviesen derecho a organizar los Juegos Olímpicos", dijo.
De acuerdo con la denuncia de la Fiscalía, Cabral y Nuzman le solicitaron al empresario brasileño Arthur Soares que aportara el dinero necesario para comprar el voto de uno de los miembros del COI para beneficiar a Río de Janeiro.
Entre los acusados figuran el gobernador del estado de Río de Janeiro, Sergio Cabral; el expresidente del Comité Olímpico Brasileño Carlos Arthur Nuzman; el senegalés Lamine Diack, que era miembro del Comité Olímpico Internacional, y al hijo de este último, Papa Massata Diack, ex dirigente de la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF).