Uno de los temas más sensibles puertas adentro en los Estados Unidos es el racismo. A menudo salen a la luz incidentes vinculados a esta problemática. Días atrás, dos casos ocurrieron en dos locales de Starbucks, la cadena de cafés que tiene más de 8 mil sucursales en ese país y en todo el mundo.
El 12 de abril pasado, Rashon Nelson y Donte Robinson, dos afroamericanos, fueron arrestados porque estaban sentados en un Starbucks de Filadelfia sin consumir nada. La medida provocó protestas y denuncias de discriminación racial. A las semanas, en un local de California, un hombre de origen mexicano pidió un café y en vez de su nombre, su vaso decía "beaner", un insulto que se traduce como frijolero.
Esto provocó que la cadena cerrara este martes por unas horas para impartir capacitación contra la discriminación a sus más de 175 mil empleados. "Todavía aspiramos a ser el lugar donde todos se sientan bienvenidos", dijo el presidente de Starbucks Howard Schultz en una carta abierta.
De acuerdo con un video que dio un anticipo de la sesión de entrenamiento, el evento iba a incluir una grabación en la que aparecen ejecutivos de Starbucks y el rapero y activista Common. Luego los empleados "iban a explorar la parcialidad de manera honesta y verdadera" e iban a formar pequeños grupos para ver cómo la discriminación se da en su labor cotidiana.