El Banco Central salió a jugar muy fuerte este mediodía al subir 300 puntos básicos la tasa de interés de referencia para los bancos, que así alcanzó al 30,25 por ciento, con el único objetivo de evitar que el dólar siga subiendo.
El tipo de cambio minorista arrancó la jornada en 20,84 pero ante una elevada demanda a los pocos minutos saló 1,7% hasta alcanzar los 21,20 pesos en las entidades financieras porteñas y 21,30 pesos en el Banco de Córdoba. En otras provincias, el billete tocaba los 21,53 pesos.
El banco Galicia –ligado a la familia del jefe de Gabinete, Marcos Peña- era la entidad que más había aumentado el precio del billete estadounidense en la Capital Federal empujándolo hasta los 21,35 pesos, unos quince centavos más que el promedio relevado por el Banco Central.
En medio de la corrida cambiaria apareció el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, recomendando a los inversores, ahorristas y consumidores "no ponerse nerviosos" frente al aumento del dólar. Y descartó enfrentamientos dentro del gabinete nacional, al señalar que en ese ámbito "reina la paz, la calma y la armonía".
"Hay que poner en contexto el movimiento que ha tenido el tipo de cambio esta semana: 1,5% en una moneda que es flotante con intervención, es nada. Los argentinos no estamos acostumbrados a la flotación (del dólar), pero tenemos que ponernos menos nerviosos cuando se mueve el tipo de cambio", dijo.
Pero como los vientos de la tormenta de otoño estaban tomando velocidad, la entidad que conduce Federico Sturzenegger aceleró a fondo para cambiar el clima: sorprendió a todo el mercado financiero al subir unos 300 puntos básicos la tasa de política monetaria para ubicarla en 30,25%.
¿Cuál es esa tasa? Es la denominada tasa del "corredor de pases". Es decir: la que rige para las operaciones de pases de dinero entre el Banco Central, por un lado, y las entidades financieras, por el otro.
Una de las partes vende a la otra unos títulos o bonos, en pesos o en dólares, o certificados de depósito en bancos del exterior, para recomprarlas una cantidad determinada de días más tarde a un precio convenido originalmente.
En los hechos, es otra herramienta con la que cuentan Sturzenegger y su equipo para bajar el apetito de los inversores por el dólares, al margen de la venta de divisas con la que también actuaba.
La sorpresa estuvo marcada porque la decisión fue tomada en una jornada de fuerte tensión en el mercado cambiario, pero en la que no estaba prevista una reunión del Comité de Política Monetaria para mover las tasas.
Por otro lado, Sturzenegger convalidaba en el mercado secundario que las Letras del Banco Central (Lebac) corta a 20 días cotizara a un rendimiento del 32%, unos tres puntos y medios más que en la rueda anterior.
Pocos minutos después de la fuerte jugada de la entidad que conduce Federico Sturzenegger el mercado cambiario comenzó a descomprimirse, lo que hacía prever que el dólar podría terminar la rueda unos centavos por debajo de los 21,20 pesos en la city porteña.