El papa Francisco ofició la misa de Nochebuena en una abarrotada Basílica de San Pedro, con lo que culminó un año marcado por sus peticiones para que el mundo proteja de mejor manera a los inocentes en zona de guerra, a los inmigrantes y a los que viven en extrema pobreza.
Durante la homilía de la misa, el Papa pidió prestar atención a aquellos "niños que hoy no están en una cuna acariciados por el afecto de una madre y un padre"