Al menos 41 personas murieron en Europa esta semana a causa de la ola de frío que azota al continente, donde las temperaturas llegaron a los 30 grados bajo cero con intensas nevadas que provocaron inconvenientes en las redes de transporte y la suspensión de al menos 300 vuelos.
La mayoría de las víctimas son habitantes de Hungría, donde se registraron 21 muertos entre el domingo y el miércoles pasado, precisó la ONG Foro Social Húngaro.
"Eran personas enfermas y mayores, así como gente que vive en la miseria" y casi todas fallecieron en sus domicilios por falta de calefacción, apuntó.
Mientras tanto, siete personas fallecieron en Reino Unido, donde rige la alerta roja, lo que implica riesgo para la vida, por la masa de aire siberiana bautizada como "La bestia del este". Más de 300 vuelos han sido cancelados hasta el momento sólo en los aeropuertos de la capital británica y se han registrado alteraciones en vías ferroviarias y carreteras de todo el país.
En República Checa, cinco personas murieron el miércoles por el intenso frío, victimas que se suman a las tres fallecidas unos días atrás. Otras cuatro personas murieron en Eslovaquia, dos en Rumania, dos en Serbia, una en Eslovenia.