Este miércoles se conocieron imágenes de los muebles tirados a la basura que pertenecían a la Casa Rosada y, como era de esperarse, estalló la polémica.
Según el Gobierno, se trata de "materiales cuyo valor histórico o como pieza es nulo".
Ante una publicación anónima que comenzó a viralizarse en las redes sociales, la Secretaría General de la Presidencia debió salir a dar una respuesta oficial y tomar medidas administrativas.
Desde el Estado argumentan que fueron desechadas las "partes más afectadas de los bienes" debido a que estaban "notoriamente deteriorados y de difícil reconocimiento".
Sin embargo, reconocieron que "fue un error que se desecharan sin haberse completado el proceso de baja patrimonial como bienes en desuso".