El tema genera una fuerte división en la sociedad argentina. Luego de que el jueves el Gobierno diera luz verde al debate sobre la legalización del aborto en el Congreso, se alzaron varias voces a favor y en contra. Una de ellas es la del ministro de Salud, Adolfo Rubinstein, quien expresó su disposición a debatir.
"Estoy absolutamente a favor de que se discuta el tema en el Congreso, es un debate que nos debemos después de 30 años de democracia", sostuvo el funcionario en una entrevista con Clarín. "Es una enorme oportunidad para que este debate se de por primera vez. Es muy auspicioso", añadió.
"Los países desarrollados ya han hecho sus debates maduros, tienen siglos de experiencia. Acá es un debate que recién comienza y hay que esperar la maduración. Es un tema espinoso que tiene muchas aristas, jurídicas, éticas, morales, las creencias han frenado la discusión", consideró Rubinstein, quien lleva tres meses en el cargo y es egresado con honores de la Universidad de Buenos Aires.
Al mismo tiempo, el ministro hizo un análisis de la situación de la educación sexual en nuestro país: "Está claro que el aborto no es la solución para nadie. El aborto es el fracaso cuando no hay educación ni se provee anticoncepción. Hay cosas que debemos mejorar. La maternidad adolescente llega al 15 por ciento y es una cifra que está estancada hace años. Estamos armando un plan integral junto a los ministerios de Educación y Desarrollo Social para la prevención del embarazo adolescente. Se debe continuar con la educación sexual en todas las escuelas y la entrega de anticonceptivos gratis".
Por último, habló sobre la situación de los países donde el aborto ya ha sido legalizado. "Está demostrado que en los países donde el aborto es legal la cifra de abortos que se hacen no es mayor que la de los países donde es ilegal, es decir, no aumentan por ser legales. La gran diferencia es que en esos países se ha reducido drásticamente la mortalidad materna", concluyó.
