En el marco de las dramáticas inundaciones que afectan al Norte argentino, ocurrió un hecho que se volvió viral y que provocó una enorme emoción: un changarín tucumano se arrojó al río y salvó a cuatro chicos de morir ahogados.
El hecho ocurrió el 31 de enero pasado. El protagonista de la historia es Miguel Ángel Giménez (32), quien rescató a una familia que estaba siendo arrastrada por la corriente del río Colorado, en el límite entre los departamentos de Lules y Famaillá, a unos 40 kilómetros de la capital de Tucumán.
Todo comenzó cuando el hombre viajaba en auto junto a sus familiares, momento en el que escuchó el grito de auxilio desesperado de una mujer y no dudó en interrumpir su viaje para salvar colgado de un puente a los cuatro pequeños.
"Mientras bajaba sentí mucho miedo porque el río venía muy fuerte. Hasta que vi a ese 'angelito' sufriendo. Allí se me fue el miedo y sentí que iba a estar todo bien", relató a los medios locales Miguel, padre de cinco hijos y que hace changas para sobrevivir y mantener a su familia. El caso llegó a las autoridades provinciales, que lo invitaron a la Casa de Gobierno y le prometieron un trabajo estable.
El Norte se encuentra actualmente muy afectado por las inundaciones, generadas en gran parte por la crecida del río Pilcomayo.
Los desbordes ya afectaron a las comunidades indígenas de La Curvita, El Cruce de Santa María, Padre Coll, Pozo la Yegua, Monte Carmelo y los parajes criollos de El Silencio, Rincón del Tigre, Magdalena y Las Palmitas, entre otros, mientras que en la localidad salteña de Santa Victoria Este hay 3500 pobladores que permanecen aislados.
El Pilcomayo mantiene niveles superiores a los seis metros en la estación de aforo de Misión La Paz, desde hace varios días, que se mantendrán e incluso aumentarán al menos unos cuatro días más. A esto hay que sumar la fisura de la presa Chimeo, ubicada aguas debajo de Villamontes, en Bolivia, y río arriba de Santa Victoria Este.