El Ejecutivo prepara un plan para controlar la entrega de planes de trabajo a las organizaciones sociales, con el fin de reducir el protagonismo que tienen dirigentes con estos programas, que benefician a más de 260 mil personas.
Esta medida surge después de un año de conflicto con el sector sindical, a pesar de la fuerte inversión del Gobierno en materia social, y por el malestar que generó en la Casa Rosada la sucesión de piquetes y protestas contra el Gobierno en las calles.
Con las nuevas iniciativas se busca el crecimiento de centros de capacitación y formación profesional a los que asisten los beneficiarios de diversos planes sociales, como "Argentina Trabaja", "Ellas Hacen" y "Desde el Barrio". Los beneficiaros de estos programas debe asistir de los cursos para recibir $ 4.430 mensuales.
Según una nota de Clarín, la injerencia de los jefes de las asociaciones sociales en el manejo de las planillas de asistencia preocupa al Gobierno. Ya que sospechan que se usa este recurso para manipular beneficiaros y obligarlos participar de protestas.
Con las cambios se busca ampliar la oferta de las formaciones a mayor cantidad de institutos primarios, secundarios y terciarios. Así habrá más alternativas para elegir por parte de los beneficiarios.