Hoy se cumple un mes de la desaparición del submarino ARA San Juan con sus 44 tripulantes a bordo, y la Armada Argentina no logró detectar ningún indicio de la nave ni saber qué sucedió con ella, pese a rastrillar en forma permanente con apoyo de buques internacionales el área de 40 kilómetros de radio delimitada para su búsqueda en el Atlántico Sur.
El 15 de noviembre el submarino ARA San Juan mantuvo su último contacto, a las 7.26 de la mañana, para informar de una falla proveniente de la zona de baterías.
A ese dato que recién se conoció en las últimas semanas, se agregó que esa última comunicación indicaba que integrantes de la tripulación bajarían a revisar las baterías, para lo que la nave necesitaba salir del plano periscopio para sumergirse totalmente, con lo que perderían contacto satelital.
Al día siguiente trascendió que el ARA San Juan estaba siendo buscado, pero, en un principio, toda la situación se reducía a un "problema de comunicación".
El 18 de noviembre generó gran expectativa la novedad de que se habían identificado siete señales de comunicación satelital porque se creyó que podían provenir de la nave perdida, pero luego esa posibilidad fue descartada por la Armada.
Recién el domingo 19 de noviembre se admitió que el submarino ARA San Juan sufrió un cortocircuito en las baterías.
Uno de los momentos clave del operativo tuvo lugar el miércoles 22 de noviembre, cuando el vocero de la Armada, Enrque Balbi, informó que recibieron un indicio de "anomalía hidroacústica" cerca de la última posición que había informado el ARA San Juan, de parte de agencias internacionales de control nuclear.
Si bien se fueron sumando al operativo embarcaciones de varios países -Estados Unidos, Rusia, Gran Bretaña, Noruega, Chile y Brasil- que inmediatamente ofrecieron su ayuda con naves y rov (minisubmarinos), hasta el momento no se evidenciaron logros importantes en el operativo de búsqueda.
El 30 de noviembre se produjo otro impacto, cuando la Armada informó que tras 15 días del último contacto con el ARA San Juan quedaba cerrado el proceso de búsqueda y rescate, por lo que se dio por finalizado la fase SAR (búsqueda y rescate, en inglés) y se pasó sólo a la búsqueda del submarino.
Esta decisión impactó en los familiares de los 44 tripulantes del submarino que pidieron que los recibiera el presidente de la Nación, Mauricio Macri.
El 4 de diciembre, el ministro de Defensa Oscar Aguad admitió en declaraciones televisivas que los tripulantes estaban muertos, y explicó que según un informe de la Armada "las condiciones del ambiente extremo donde se desarrolló el suceso y el tiempo que ha transcurrido es incompatible con la existencia de vida humana".