El gobierno separatista de Cataluña decidió postergar al menos un día la reunión del Parlamento regional en la que preveía aprobar la declaración unilateral de independencia, en medio de un clima de presiones políticas, judiciales y económicas.
El presidente Carles Puigdemont solicitó hoy comparecer ante la cámara el martes por la tarde para analizar la situación derivada del referéndum de autodeterminación celebrado el domingo pasado en abierto desafío a la legalidad española.
Puigdemont, en su comunicado al Parlamento, sólo indica que pretende "informar de la situación política actual". El debate interno sobre cómo cumplir con la promesa de declarar la independencia se fue de cauce en las últimas horas. "El referéndum nos vincula, pero hay que hacer las cosas bien. Tenemos que intentar no perder ni expulsar a nadie", dijo hoy Marta Pascal, coordinadora general del Partido Demócrata de Cataluña (PdeCAT). Pidió no avanzar tan rápido y evitar una sesión escandalosa, con la mitad del Parlamento vacío por el boicot de la oposición.
La preocupación entre los separatistas se agigantó en las últimas horas cuando los dos grandes bancos catalanes, Caixabank y Sabadell, anunciaron su intención de mudar de Barcelona su sede social. La fuga de empresas puede crecer en las próximas horas ante la perspectiva de una declaración de independencia traumática.