El Obelisco porteño se convirtió en un gran "mapping" al proyectarse este jueves sobre dos caras del emblemático monumento, por iniciativa del Fondo Vitivinícola, imágenes del vino, de los paisajes y de la cultura vitivinícola.
Bajo el lema "El vino nos une" y con motivo del Día Nacional del Vino, que se celebró hoy, el Obelisco tomó la forma de una copa para brindar por la "bebida nacional", mientras que proyectores de altísima potencia lumínica pintaron sus paredes con los colores del vino, en una performance que tuvo, además, la presencia de la Reina Nacional de la Vendimia, Giuliana Lucosky.
Así, los más de 60 metros de altura del monumento poco a poco se fueron llenando de vino tinto, blanco, rosado y espumante, a modo de homenaje para quienes elaboran los vinos y para quienes elijen esa bebida en cada brindis.