Bogotá, una urbe de casi ocho millones de habitantes, amaneció este jueves prácticamente paralizada por las restricciones de tráfico y altas medidas de seguridad dispuestas por las autoridades con motivo de la visita del papa Francisco, quien aterrizó el miércoles en la capital colombiana.
La Alcaldía de la ciudad declaró "día cívico", con lo cual no habrá atención en las oficinas públicas ni clases en escuelas y colegios, medida que las universidades también adoptaron para facilitar acudir a los actos del pontífice.
El centro de la ciudad fue blindado en la madrugada por centenares de policías y soldados que cerraron todas las vías de acceso, por las que sólo pueden circular vehículos con una autorización especial.
El Sumo Pontífice se reunirá en la Casa de Nariño con el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y luego se dirigirá a la Plaza de Bolívar, donde se congregarán unos 22.000 jóvenes para recibir su saludo y bendición. Más tarde, en el Parque Simón Bolívar, Francisco oficiará su primera misa campal en el país, a la cual se espera que asista cerca de un millón de personas.
Igualmente hay bloqueos en calles adyacentes a la céntrica Carrera Séptima, por donde el pontífice pasará hoy en un recorrido en papamóvil que hará entre la Plaza de Bolívar y la nunciatura, situada en el tradicional barrio de Teusaquillo.