La semana pasada, el fiscal federal Abel Córdoba pidió una condena de 12 años de prisión para Lázaro Báez y penas menores para cada uno de sus hijos que, según la causa, están involucrados en las maniobras de lavado de dinero. Pero uno de ellos, Leandro, aseguró que no tiene nada que ver y dijo que esperaba que su papá "diga la verdad".
Para Leandro Báez, imputado en la causa que investiga la Ruta del dinero K, el fiscal pidió cinco años de prisión. "Los negocios los manejaba él", dijo en una entrevista con América y reiteró que, por ejemplo, cuando se creó Austral Construcciones, tenía solamente 12 años.
"Todavía hay una oportunidad de que Lázaro sea sincero, que diga la verdad. Yo no la sé, si supiera la hubiera declarado", aseguró Leandro, que está distanciado de su padre.
"Yo confié en mi papá; hoy tengo diferencias en la manera de pensar; yo confiaba en que la declaración de Lázaro iba a clarificar todo, y me encontré con que dijo otras cosas, que no me interesan", agregó.
Su abogado, Alejandro Baldini, intervino en la entrevista y acotó: "Leandro no es titular de la cuenta, no tiene acceso a esos fondos. Nunca participó de nada, no tiene participación criminal".
A Báez padre, le dijo: "Debe sincerarse, decir lo que sabe. Uno no puede ser fiel a un muerto (por Néstor Kirchner), tiene que ser fiel al hijo, que es quien está vivo".
La causa de la Ruta del Dinero K investiga el blanqueo de 60 millones de dólares y sus acusados son señalados por "integrar una banda dedicada a lavar dinero entre 2010 y 2013 agravado por la habitualidad". Además se habla de "atesoramiento de fondos en Suiza".
Los otros hijos de Lázaro Báez también recibieron pedidos de pena de prisión de parte del fiscal Córdoba: nueve años para el mayor y más involucrado, Martín, y cuatro años y medio para Melina y Luciana, además de los cinco de Leandro.