Fue una explosión de optimismo, aunque aún falta camino por recorrer para que se cierre un canje de deuda externa: los bonos en dólares subieron hasta 11,8% y las acciones de las empresas argentinas se dispararon hasta 39,8% en la Bolsa de Nueva York.
Así fue la primera reacción del mercado en la plaza local y en Wall Street para con los activos argentinos tras conocerse la cuarta oferta de canje de deuda que el Gobierno de Alberto Fernández reveló el domingo a la noche.
La última vez que se había visto una euforia fuerte, aunque no tanto como la de este lunes, fue en las ruedas posteriores al balotaje presidencial de 2015 cuando fue electo presidente Mauricio Macri.
Ahora, la euforia tiene que ver con la posibilidad de que la Argentina reestructure su deuda y cuente con un alivio de 50.000 millones de dólares en el flujo de caja para la próxima década, con lo que podría impulsar su economía.
Entre los bonos en dólares, el Bonar 2020 subió 4,4%; el Bonar 2024 mejoró 1,8%; el Discount avanzó 11,8%; el Bonar 2037 ascendió 7,1%; el Par ganó 8,2%; y el bono a cien años que emitió el macrismo saltó 4,8%.
El riesgo país que elabora la banca estadounidense JP Morgan se hundió 5,7%, hasta los 2.399 puntos básicos, el menor nivel en cuatro meses.
Y los papeles de las empresas argentinas que cotizan en la Bolsa de Nueva York saltaron como nunca: Cresud subió 39,8%; y entre los bancos, el Grupo Financiero Galicia ganó 22,8%; el Francés, 20,6%; el Macro, 22,6%; y el Supervielle, 22,7%, entre otros.
En la plaza local, el índice S&P Merval de Bolsas y Mercados Argentinos se disparó 9%, a 43.339,57 unidades, con los papeles de Cresud, al tope de las ganancias con un alza el 23,4%. También aquí los bancos acumularon avances de entre el 12,4% y el 20%.
Los economistas Matías Rajnerman (de Ecolatina) y Federico Furiase (de Eco Go) coincidieron al señalar que hubo un "gran avance" en la situación, dado que el Gobierno ofrece una "mejora importante", más en línea con lo que reclamaban los bonistas.
Para Rajnerman, la cuarta propuesta presentada ayer ante la Comisión de Valores de los Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) muestra que el Gobierno “tiene voluntad de acordar” para evitar un default masivo como el de 2001.
Furiase, en tanto, señaló que el gobierno hizo “un buen esfuerzo” finalmente en la negociación de la deuda, después de ir “flexibilizando” su postura a lo largo de los últimos dos meses. Pero advirtió: “Para validar la iniciativa falta programa macroeconómico consistente y acuerdo con el FMI”.
Victoria Giarrizzo, economista del Centro de Economía Regional y Experimental (CERX), se mostró optimista al pronosticar que se vienen las "últimas semanas en la negociación", a lo que el país deberá dar paso a una estrategia para reactivar la economía.
Temprano, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, destacó el "esfuerzo de la Argentina para estirarse a esta última oferta" y aseguró que en el Gobierno están "conformes con todo el trayecto, con toda la tarea realizada".
La nueva oferta recibió elogios en la vereda opuesta. El ex ministro de Finanzas del macrismo Luis "Toto" Caputo dijo que "con niveles de valor presente neto aceptables para los acreedores y acordes a las posibilidades del país, hubo un .muy buen diseño de los incentivos, desalentando el ser holdout. Una propuesta justa que debiera tener una alta participación".
No coincidió el ex ministro de Hacienda Alfonso Prat-Gay: "Promesa de pagos por u$s 15 mil millones más que en la primera. Más que un precedente mundial, un manual de cómo no se debe negociar", cuestionó.
Por la corresponsalía de Buenos Aires.