Uno de los principales problemas que dejó el macrismo en su salida del poder fue el de una acumulación de vencimientos de deuda tanto en pesos como en dólares en muy corto plazo y con tasas altas, que ahora la gestión kirchnerista busca patear para adelante, canjeando instrumentos para cuando la Argentina "pueda pagarlos".
Sin ir más lejos, una de las próximas paradas más complicadas es el próximo lunes: hay un vencimiento del Bono del Tesoro en Pesos a Tasa de Política Monetaria (Bopomo o TJ20) por casi 130.000 millones de pesos. Hasta este martes, el Gobierno aún no ha anunciado al mercado si lo pagará o buscará un canje.
Una de las grandes preguntas que se hacían los operadores del mercado este martes es a dónde irán esos pesos cuando cobren los inversores. Y una respuesta coincidente indicaba: al contado con liquidación, generando una mayor presión sobre el tipo de cambio.
Para la deuda en dólares el Gobierno actual está llevando adelante una negociación con los bonistas que hasta el momento no ha encontrado un punto de equilibrio en el Valor Presidente Neto (VPN) que permita cerrar el canje.
Y para el pasivo en moneda local se vienen desarrollando desde que asumió Alberto Fernández distintas estrategias para bajar las tasas de interés. Esto se ha visto complicado por el impacto de la pandemia de Covid-19 y la disparada de los desequilibrios macroeconómicos.
Ahora, por orden del ministro Martín Guzmán, la secretaría de Finanzas tiene previsto ejecutar licitaciones programadas de instrumentos de deuda pública denominados en moneda extranjera.
Es la manera que propone Guzmán a los inversores extranjeros que compraron deuda en pesos (durante el gobierno de Mauricio Macri) para darles una salida ordenada. Y con esto alarga los plazos, mejora las tasas y evita presiones extra sobre el mercado cambiario.
Los papeles que forman este menú tendrán idénticas características a los que se pondrán a disposición en el canje de deuda en dólares bajo ley local, para que dichos tenedores puedan utilizar sus tenencias de instrumentos en pesos como mecanismo de pago y suscripción.
Esas licitaciones se realizarán el 7 de agosto, el 25 de septiembre y el 27 de noviembre. Las tres serán por montos iguales: 500 millones de dólares. Y con el envío al Congreso del Proyecto de Presupuesto 2021, se comunicará el calendario de estas operaciones para el próximo año.
Según cálculos realizados por la Sociedad de Bolsa Buenos Aires Valores, en 2021 vence deuda por unos 615.000 millones de pesos en capital. Y el 87% de ese pasivo tiene el capital ajustado por Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER), es decir, inflación.
Finanzas dijo en un comunicado que en un contexto de fuertes restricciones de divisas, las nuevas licitaciones buscan busca resolver tensiones existentes en la curva de rendimientos en pesos a efectos de generar una secuencia que permita generar una mayor demanda relativa por activos denominados en moneda nacional, al tiempo que reduzca las presiones en los frentes cambiarios y financieros.
Según el Gobierno, en los últimos meses se han “logrado avances significativos” en la normalización del mercado de deuda pública en moneda nacional, lo que ha permitido recuperar la capacidad de financiamiento del Tesoro.
También, agregó Finanzas, se han “sentado las condiciones para el desarrollo del mercado de capitales y generar instrumentos de ahorro con tasas reales positivas y sostenibles”.
Sin embargo, todavía convive en este mercado un universo de tenedores externos de instrumentos en pesos, cuyas estrategias y mandatos de inversión no son compatibles con las características estructurales del mismo, lo cual puede generar condiciones de inestabilidad financiera y macroeconómica.