El paso de Marcos Perrén por la carpa de "Bake Off Argentina" fue sin lugar a dudas uno de los hechos con mayor impacto televisivo en el 2020. El pastelero se fue por la puerta grande más allá de su recordada torta con los colores de su club, Boca Juniors, que fue el centro de miles de gastadas en los días posteriores.
El joven había tenido la posibilidad de reingresar a la competencia gracias al repechaje, y a sus 19 años quedó nuevamente eliminado pero con un futuro prometedor por delante. Aunque el episodio que lo llevó al fin quedó boyando en su cabeza y Marcos confesó: "Sé que en la parte estética fallé, porque no soy de hacer tortas muy decoradas, pero es algo que puedo ir mejorando".
El joven fue uno de los protagonistas destacados del ciclo que conduce Paula Chaves por Telefé y que domingo tras domingo alcanza niveles de ranking que no se veían hace rato en la televisión. En esta dirección, el muchacho argumentó que su estrategia consistía en "sorprender al jurado con los sabores".
"En lo que más me pude destacar es en la parte de los sabores, eso me hizo demostrar lo que puedo dar", consideró y advirtió que se arrepiente de "haber estado tan nervioso". "Desde que se grabó ' Bake Off' en 2018 hasta ahora mejoré un montonazo y me queda mucho por mejorar", manifestó en una entrevista con Diario Show.
¿Qué pasará con su futuro inmediato? "Me encanta cocinar, me encanta la pastelería pero no me veo seis horas encerrado en un lugar cocinando, no es mi estilo. Apuesto a full a las redes y la televisión", sostuvo Marcos.
Y volvió a tomarse con gracia su eliminación del certamen. "No me molestan los memes, hay críticas como en cualquier otro lado", dijo. Y reiteró: "Me río porque soy conciente de que no me salió bien. Como sé que me equivoqué me río de mí mismo porque no soy una persona que se vaya a frustrar por algo que le salió mal. Lo tomo como un aprendizaje", sostuvo convencido.
Durante todo el certamen Marcos mostró un vínculo muy cercano con Christophe Krywonis, uno de los jurados junto a Pamela Villar y Damián Betular.
Al respecto dijo que: "La relación que teníamos con Christophe era de padre e hijo porque teníamos momentos de felicidad y emoción donde nos dábamos un abrazo. Pero también había momentos donde nos peleábamos o de retos, como cuando me veía despistado o me quedaba sin ganas. Es muy parecido a lo que le dice un padre a un hijo cuando necesita ayuda".